El día de ayer tuve la oportunidad de visitar una casa hogar con niños abandonados, jugué fútbol con ellos y les lleve algunos regalos y fue MÁGICO.
Siempre que realizo actividades de este tipo me lleno de un enorme agradecimiento, incluso agradezco las cosas que parecen tan cotidianas como despertar, caminar o incluso respirar.
Contribuir, es dar sin esperar recibir nada a cambio pero curiosamente al final terminas recibiendo mucho.
Te invito a que hoy hagas una contribución con alguien que realmente lo requiera y verás cómo en automático la GRATITUD invade tu propia vida.
Cualquier mejora que quieras vivenciar en tu vida requiere que tengas una buena actitud, y recuerda que LA MEJOR ACTITUD ES LA GRATITUD.
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